Científicamente llamado Phyllognathus excavatus (Forster, 1771), se trata de una especie poco conocida de escarabajo rinoceronte que recibe el nombre común de "escarabajo rinoceronte menor" por su tamaño significativamente más pequeño (unos 2 cm de longitud) que el de Oryctes nasicornis.
El macho de Phyllognathus excavatus presenta una protuberancia en forma de cuerno sobre la cabeza; este cuerno es proporcionalmente pequeño, corto, agudo, con la base ancha y curvado hacia atrá.
Seguidamente se ofrece una vista dorsal del escarabajo, en la que puede observarse otra característica del animal: una depresión o hendidura en el pronoto
En contraste, las hembras carecen, no sólo del cuerno, sino también de la hendidura, presentando el pronoto completamente convexo.
Es característica de la especie, tanto en machos como en hembras, una vellosidad anaranjada en la parte inferior del abdomen, y que asoman por los laterales.
Coloración: tal como se aprecia bien en el ejemplar de las fotos, es pardo rojiza, con la cabeza algo más oscura. Las patas son de color marrón.
Phyllognathus excavatus es un escarabajo de hábitos nocturnos, cuyos imagos pueden verse durante los meses de verano moviéndose por los pinares en las dunas costeras, que constituyen su hábitat natural. Estos imagos se alimentan de materia vegetal, mientras sus larvas, con aspecto de gusano, se alimentan de materia en descomposición.
Distribución: Paleártico, concretamente la Europa mediterránea, Asia Occidental y parte septentrional de África.
El ejemplar de las fotos es un macho que fue encontrado en la vegetación dunar de la playa de Gavá, en la provincia de Barcelona.
EL ESCARABAJO RINOCERONTE
Todas las fotos publicadas en este Blog son propiedad exclusiva del autor del mismo
GOLOFA PELAGON
Golofa es un género de escarabajos rinocerontes difundido por América, desde México hasta norte de Argentina y Chile. Son de tamaño moderadamente grande, con Golofa porteri como su mayor representante (machos 120 mm de longitud corporal); la mayoría de las especies del género miden 30-45 mm (machos). El nombre del género proviene de un vocablo indígena, de Venezuela, y se adoptó cuando el género fue establecido por Hope en el año 1837.
Los machos del género Golofa suelen ser de color pardo rojizo, a veces anaranjados, frecuentemente en tono resplandeciente, mientras que las hembras son comúnmente negras o negruzcas, a veces pardoamarillentas oscuras, pero siempre de coloración más apagada que la de aquéllos.
Las hembras de Golofa no tienen cuernos.
Identificar las diferentes especies de Golofa puede ser una tarea laboriosa y muy complicada, dejada sólo en manos de verdaderos expertos.
Aquí describiré una especie del género, la Golofa pelagon, que aún siendo común en su tierra natal, no es sin embargo uno de los más conocidos de sus representantes, probablemente porque no destaca ni por su tamaño ni por el esplendor de su colorido, pero que merece igualmente nuestra atención.
Macho de Golofa pelagon, ejemplar procedente de Colombia.
Golofa pelagon Burmeister, 1847
Sinónimos:
Golofa nigricollis, Suter 1952
Golofa ruficollis, Suter, 1952
Golofa scutellaris, Suter, 1952
Golofa rubiginosus, Suter, 1952
Distribución
Más de la mitad de las especies de Golofa se distribuyen por Centroamérica, pero no así Golofa pelagon, que es una especie nativa de América del Sur, difundida exactamente por Colombia, Brasil, Bolivia y Argentina (Hwang, 2011).
Descripción
El ejemplar de las fotos es un macho que mide 45 mm, que es probablemente la mayor longitud corporal que esta especie puede alcanzar.
La coloración que presenta Golofa pelagon es bastante variable. En general los élitros son de un color pardo rojizo, y no son muy brillantes, a diferencia de lo que ocurre en algunos de sus congéneres, como el gran Golofa porteri, que los muestran mucho más lustrosos.
La sutura de los élitros es negra.El pronoto también puede mostrar variación en color; el especímen de las fotos lo tiene rojo oscuro, pero otros animales pueden presentarlo negro.
Tratándose de un auténtico "escarabajo rinoceronte" interesa particularmente el tema de los cuernos.
El macho de Golofa pelagon, como todos los machos de Golofa, presenta dos cuernos: uno sobre la cabeza, el cuerno cefálico, y el otro sobre el pronoto. Tampoco en materia de cuernos destaca sobre otras especies nuestra Golofa pelagon, pues no son excesivamente largos, sobretodo el torácico, y distan mucho de las extravagancias que presentan otros escarabajos cornudos incluso de su propio género (una vez más ahí está el ejemplo de Golofa porteri).
Comparado con el cefálico, que es estilizado, curvado hacia atrás y acabado en punta aguda, el cuerno torácico es más ancho y su ápice es redondeado.En las fotos de arriba se observan bien los cuernos de Golofa pelagon; el cuerno cefálico de todas las Golofa es largo y estilizado, también en el caso de G. pelagon, mientras el cuerno torácico presenta variabilidad en su longitud según la especie (largo en algunas, más corto en otras) siendo en el caso de nuestra Golofa pelagon más bien corto y orientado oblicuamente.
Biología
Nada se sabe acerca de la biología y comportamiento de no sólo Golofa pelagon, sino también de las demás especies del género, a excepción de unas pocas como Golofa porteri y G. eacus, de las que al menos se han llegado a describir sus larvas.
La mayoría de estos grandes escarabajos tienen hábitos nocturnos, y varias veces, aunque no siempre, son atraídos por la luz.
Los machos del género Golofa suelen ser de color pardo rojizo, a veces anaranjados, frecuentemente en tono resplandeciente, mientras que las hembras son comúnmente negras o negruzcas, a veces pardoamarillentas oscuras, pero siempre de coloración más apagada que la de aquéllos.
Las hembras de Golofa no tienen cuernos.
Identificar las diferentes especies de Golofa puede ser una tarea laboriosa y muy complicada, dejada sólo en manos de verdaderos expertos.
Aquí describiré una especie del género, la Golofa pelagon, que aún siendo común en su tierra natal, no es sin embargo uno de los más conocidos de sus representantes, probablemente porque no destaca ni por su tamaño ni por el esplendor de su colorido, pero que merece igualmente nuestra atención.
Macho de Golofa pelagon, ejemplar procedente de Colombia.
Golofa pelagon Burmeister, 1847
Sinónimos:
Golofa nigricollis, Suter 1952
Golofa ruficollis, Suter, 1952
Golofa scutellaris, Suter, 1952
Golofa rubiginosus, Suter, 1952
Distribución
Más de la mitad de las especies de Golofa se distribuyen por Centroamérica, pero no así Golofa pelagon, que es una especie nativa de América del Sur, difundida exactamente por Colombia, Brasil, Bolivia y Argentina (Hwang, 2011).
Descripción
El ejemplar de las fotos es un macho que mide 45 mm, que es probablemente la mayor longitud corporal que esta especie puede alcanzar.
La coloración que presenta Golofa pelagon es bastante variable. En general los élitros son de un color pardo rojizo, y no son muy brillantes, a diferencia de lo que ocurre en algunos de sus congéneres, como el gran Golofa porteri, que los muestran mucho más lustrosos.
La sutura de los élitros es negra.El pronoto también puede mostrar variación en color; el especímen de las fotos lo tiene rojo oscuro, pero otros animales pueden presentarlo negro.
Tratándose de un auténtico "escarabajo rinoceronte" interesa particularmente el tema de los cuernos.
El macho de Golofa pelagon, como todos los machos de Golofa, presenta dos cuernos: uno sobre la cabeza, el cuerno cefálico, y el otro sobre el pronoto. Tampoco en materia de cuernos destaca sobre otras especies nuestra Golofa pelagon, pues no son excesivamente largos, sobretodo el torácico, y distan mucho de las extravagancias que presentan otros escarabajos cornudos incluso de su propio género (una vez más ahí está el ejemplo de Golofa porteri).
Comparado con el cefálico, que es estilizado, curvado hacia atrás y acabado en punta aguda, el cuerno torácico es más ancho y su ápice es redondeado.En las fotos de arriba se observan bien los cuernos de Golofa pelagon; el cuerno cefálico de todas las Golofa es largo y estilizado, también en el caso de G. pelagon, mientras el cuerno torácico presenta variabilidad en su longitud según la especie (largo en algunas, más corto en otras) siendo en el caso de nuestra Golofa pelagon más bien corto y orientado oblicuamente.
Biología
Nada se sabe acerca de la biología y comportamiento de no sólo Golofa pelagon, sino también de las demás especies del género, a excepción de unas pocas como Golofa porteri y G. eacus, de las que al menos se han llegado a describir sus larvas.
La mayoría de estos grandes escarabajos tienen hábitos nocturnos, y varias veces, aunque no siempre, son atraídos por la luz.
EL ESCARABAJO RINOCERONTE DE CINCO CUERNOS
Bajo el término común "escarabajo rinoceronte de cinco cuernos" se conocen algunas especies similares del género zoológico Eupatorus (Burmeister, 1847), distribuidas por Asia tropical y Australia.
El género Eupatorus pertenece a la familia Scarabaeidae, a la subfamilia Dynastinae, y a la tribu Dynastini.
Todas las especies de Eupatorus presentan formas convexas, con machos armados de un cuerno cefálico curvado, y además uno o dos pares de cuernos en el protórax. Las patas de los machos son más largas que las de las hembras, éstas también carecen de cuernos y sus formas son menos convexas.
La especie-tipo del género sería Eupatorus hardwickei (Hope, 1831), el genuino ESCARABAJO RINOCERONTE DE CINCO CUERNOS.
De esta impresionante especie se trata aquí
Macho adulto de Eupatorus hardwickei cantori.
Todos las fotografías de esta especie publicadas en este Blog corresponden a este bello ejemplar procedente de Myanmar.
DESCRIPCIÓN
El gran Eupatorus hardwickei es un ecarabajo impresionante.
Es un escarabajo de tamaño grande, con adultos que miden de 50 a 70 mm; el ejemplar de las fotos alcanza 60 mm de longitud corporal.
Se conocen tres subespecies de él, distinguibles por la coloración que muestran:
Eupatorus hardwickei harwickei
Eupatorus hardwickei cantori
Eupatorus hardwickei niger
La primera de las tres formas, que es la nominal, presenta los élitros de color pardo amarillento dorado, lisos y brillantes, mientras que el resto del animal es negro.
La segunda forma mencionada, que es la que aparece fotografiada en este Blog, es de color negro toda ella, también los élitros, si bien éstos últimos muestran una banda pardo anaranjada en los márgenes.
Por último, la forma niger, como el nombre sugiere, es completamente negra, de un negro brillante, y según parece es la más rara de las tres subespecies o formas.En cualquiera de las tres formas, Eupatorus hardwickei aparece como un escarabajo espléndido, de coloración lustrosa, brillante, y de aspecto imponente, robusto, macizo, a lo que contribuyen también sus formidables dotaciones córneas que, como ocurre en la gran mayoría de los escarabajos de su familia, son exclusivas del macho.
LOS CUERNOS
A diferencia de muchos otros escarabajos rinoceronte, que sólo presentan dos cuernos, nuestro Eupatorus hardwickei tiene cinco: uno sobre la cabeza y cuatro sobre el tórax.El cuerno cefálico, aisladamente considerado, recuerda al simple de Oryctes nasicornis. Es un cuerno grande, curvado hacia atrás, y con la punta más bien afilada. Aunque es notablemente largo y llama la atención, no llega al extremo del cuerno cefálico de su pariente Eupatorus gracilicornis, que es desmesuradamente largo, y ya puestos a decir, también fino y delgado, pues de hecho el término gracilicornis significa en latín "cuerno delgado, esbelto, débil", nada que ver con el potente cuerno cefálico de nuestro escarabajo.Eupatorus hardwickei además cuenta con cuatro cuernos en el tórax.
Dos de los cuernos torácicos se desarrollan en la parte anterior del pronoto, paralelos, uno a cada lado, horizontales y dirigidos hacia delante, de punta afilada, y más bien cortos. Los otros dos cuernos del tórax se sitúan en la parte posterior de éste, que presenta una giba, y arriba de ella emergen altivos ese par de cuernos, más largos que los torácicos anteriores, verticales aunque con las puntas (agudas) curvadas hacia adelante.
En conjunto, los cuernos le dan a Eupatorus hardwickei un aspecto amenazador, pero ya sabemos que en verdad se trata de un animal pacífico y del todo inofensivo.
El pronoto tiene apariencia lisa y brillante.
DISTRIBUCIÓN
Eupatorus es un género de coleòpteros difundido por Asia tropical y norte de Australia.
En concreto, la especie Eupatorus hardwickei se distribuye por Nepal, noroeste de India, Bután y Myanmar (Birmania); de este último país es, según ya dije, de donde procede el individuo de las fotos.
El género Eupatorus pertenece a la familia Scarabaeidae, a la subfamilia Dynastinae, y a la tribu Dynastini.
Todas las especies de Eupatorus presentan formas convexas, con machos armados de un cuerno cefálico curvado, y además uno o dos pares de cuernos en el protórax. Las patas de los machos son más largas que las de las hembras, éstas también carecen de cuernos y sus formas son menos convexas.
La especie-tipo del género sería Eupatorus hardwickei (Hope, 1831), el genuino ESCARABAJO RINOCERONTE DE CINCO CUERNOS.
De esta impresionante especie se trata aquí
Macho adulto de Eupatorus hardwickei cantori.
Todos las fotografías de esta especie publicadas en este Blog corresponden a este bello ejemplar procedente de Myanmar.
DESCRIPCIÓN
El gran Eupatorus hardwickei es un ecarabajo impresionante.
Es un escarabajo de tamaño grande, con adultos que miden de 50 a 70 mm; el ejemplar de las fotos alcanza 60 mm de longitud corporal.
Se conocen tres subespecies de él, distinguibles por la coloración que muestran:
Eupatorus hardwickei harwickei
Eupatorus hardwickei cantori
Eupatorus hardwickei niger
La primera de las tres formas, que es la nominal, presenta los élitros de color pardo amarillento dorado, lisos y brillantes, mientras que el resto del animal es negro.
La segunda forma mencionada, que es la que aparece fotografiada en este Blog, es de color negro toda ella, también los élitros, si bien éstos últimos muestran una banda pardo anaranjada en los márgenes.
Por último, la forma niger, como el nombre sugiere, es completamente negra, de un negro brillante, y según parece es la más rara de las tres subespecies o formas.En cualquiera de las tres formas, Eupatorus hardwickei aparece como un escarabajo espléndido, de coloración lustrosa, brillante, y de aspecto imponente, robusto, macizo, a lo que contribuyen también sus formidables dotaciones córneas que, como ocurre en la gran mayoría de los escarabajos de su familia, son exclusivas del macho.
LOS CUERNOS
A diferencia de muchos otros escarabajos rinoceronte, que sólo presentan dos cuernos, nuestro Eupatorus hardwickei tiene cinco: uno sobre la cabeza y cuatro sobre el tórax.El cuerno cefálico, aisladamente considerado, recuerda al simple de Oryctes nasicornis. Es un cuerno grande, curvado hacia atrás, y con la punta más bien afilada. Aunque es notablemente largo y llama la atención, no llega al extremo del cuerno cefálico de su pariente Eupatorus gracilicornis, que es desmesuradamente largo, y ya puestos a decir, también fino y delgado, pues de hecho el término gracilicornis significa en latín "cuerno delgado, esbelto, débil", nada que ver con el potente cuerno cefálico de nuestro escarabajo.Eupatorus hardwickei además cuenta con cuatro cuernos en el tórax.
Dos de los cuernos torácicos se desarrollan en la parte anterior del pronoto, paralelos, uno a cada lado, horizontales y dirigidos hacia delante, de punta afilada, y más bien cortos. Los otros dos cuernos del tórax se sitúan en la parte posterior de éste, que presenta una giba, y arriba de ella emergen altivos ese par de cuernos, más largos que los torácicos anteriores, verticales aunque con las puntas (agudas) curvadas hacia adelante.
En conjunto, los cuernos le dan a Eupatorus hardwickei un aspecto amenazador, pero ya sabemos que en verdad se trata de un animal pacífico y del todo inofensivo.
El pronoto tiene apariencia lisa y brillante.
DISTRIBUCIÓN
Eupatorus es un género de coleòpteros difundido por Asia tropical y norte de Australia.
En concreto, la especie Eupatorus hardwickei se distribuye por Nepal, noroeste de India, Bután y Myanmar (Birmania); de este último país es, según ya dije, de donde procede el individuo de las fotos.
LOS CUERNOS DE LOS ESCARABAJOS
Una cuestión que ya fue debatida en el siglo XIX por Darwin es la funcionalidad de los cuernos de los escarabajos cornudos, incluyendo aquí también a los "ciervos volantes", es decir: para qué sirven esas estructuras exageradamente desarrolladas o qué utilidad se les da.
En la foto, colección de escarabajos cornudos expuesta en el Museu Blau o Museo de Ciencias Naturales de Barcelona.
El concepto de "escarabajo cornudo" engloba una serie numerosa y no muy bien definida de insectos coleópteros pertenecientes a diferentes familias y subfamilias cuyos efectivos se caracterizan, en general, por la posesión, sobretodo en los machos, de apéndices y estructuras, a veces de diferente naturaleza, definidas como cuernos, que si bien también pueden presentarse en otros tipos de escarabajos, no se hace con su nivel ni extensión.En las dos fotos de arriba, hembra de Lucanus cervus, fotografiada en el Parque Natural de Collserola (Barcelona), cuyos "cuernos" son en realidad mandíbulas, mucho menos desarrolladas que las impresionantes del macho, pero también más fuertes y robustas que las de aquél.Macho de ciervo volante disecado perteneciente a una especie asiática.
Los cuernos pueden mostrar formas y tamaños muy variables, y esa variabilidad se plasma también en su orígen, así observamos que unos nacen sobre la cabeza del escarabajo (son los cuernos cefálicos, que pueden emerger de tres puntos diferentes: vértice de la cabeza, frontal y clípeo) y otros sobre el tórax (centro del mismo, o en sus laterales). Pueden ser cuernos simples, sin ninguna particularidad, como ocurre con el cefálico de los machos de Oryctes nasicornis, o adornados, finamente dentados, otros bifurcados en su ápice, o ramificados; puede haber un solo cuerno, o más, incluso cinco como ocurre en el impresionante Eupatorus hardwickei de las siguientes fotos:Ejemplar macho procedente de Myanmar.
Los cuernos que presentan los escarabajos cornudos, de los cuales los escarabajos rinocerontes, protagonistas de este Blog, son sólo un subconjunto de ellos, pueden ser igualmente cortos o exageradamente largos como el dorsal de Dynastes hercules. Toda esta asombrosa diversidad no se encuentra en otros tipos de estructuras, aún similares, como las mandíbulas corniformes, aún sin dejar éstas de mostrar cierta variabilidad también.
De los escarabajos cornudos llama la atención el extravagante desarrollo que alcanzan los apéndices en los machos de algunas especies. Observándolos bien, se puede constatar que existe una relación entre el tamaño del escarabajo y el tamaño del cuerno, en el sentido de que cuanto más grande es aquél, más largo es éste. Un ejemplo lo encontramos en el género Onthophagus, en el que las formas más pequeñas son acornes, las de tamaño medio presentan cuernos de estructura simple, y las más grandes exhiben cuernos bien desarrollados que adquieren fantásticas formas.
Otro buen ejemplo que ilustra esta relación tamaño escarabajo/tamaño cuerno lo proporciona la especie asiática Xylotrupes gideon, cuya longitud corporal varía de 30 a 50 mm, y los cuernos torácicos, medidos desde su base hasta la punta del ápice, entre 8 y 40 mm. Esto significa que los cuernos del tórax de un especímen macho que mida 30 mm le medirán 8 mm, mientras que los de otro ejemplar que alcance 50 mm (menos del doble del anterior) le medirán sin embargo, no dos veces más, sino cinco veces más.
Esta relación de tamaños del cuerpo y los cuernos no sólo se da entre ejemplares diferentes de una misma especie, sino también entre especies distintas aunque afines, tal como se observa, por ejemplo, en los representantes del género americano Golofa, que desde el más pequeño, G. inermis, con escaso cuerno, hasta G. porteri, el más grande y con un cuerno larguísimo y muy estilizado, se constata una progresión en el tamaño de los apéndices.
Un escarabajo (macho) del género Golofa disecado.
En general se puede afirmar que cuernos grandes son encontrados en escarabajos grandes, cuernos medios en escarabajos medios, y cuernos pequeños en escarabajos pequeños.
Además también, en los mayores escarabajos, precisamente por poder llevar esos cuernos tan desarrollados, presentan extremidades anteriores más largas.
La excepción a esta regla del tamaño corporal/tamaño del cuerno podrían mostrarla los populares "escarabajos Goliat" del género Goliathus, distribuidos por las selvas ecuatoriales de África, y cuyas mayores especies, G. goliathus y G. regius presentan un cuerno frontal más corto que las especies de menor tamaño. Sin embargo la excepción es sólo parcial, porque si bien este cuerno es más corto, también es más fuerte y robusto.
Dos gigantes entre los escarabajos: Goliathus regius (izquierda) y Goliathus goliathus, expuestos en el Museu Blau (Barcelona)
LOS CUERNOS EN LOS MACHOS Y EN LAS HEMBRAS
En general, es sabido que en los escarabajos cornudos, solamente los machos son los portadores de los grandes e impresionantes cuernos. Las hembras, o no llevan, o sus cuernos son mucho más pequeños, a veces reducidos a diminutos apéndices. Algunos autores creyeron en el pasado que si los cuernos eran armas defensivas frente a los depredadores, aunque sólo fuera para impresionarlos, las hembras quedaron entonces desprotegidas al carecer de ellos, como si sólo valiera la pena proteger a los machos, al menos de esa manera. Pero se han buscado otras posibles funcionalidades para justificar la presencia de los cuernos, partiendo del hecho innegable que en la gran mayoría de las especies únicamente son los machos los que los muestran desmesuradamente desarrollados, así: los cuernos como atributo sexual para seducir a la hembra (cuanto más grandes, mayor capacidad de seducción, sin embargo parece que las hembras no aprecian mucho ese atributo dada la mala visión de que disponen y lo indiferentes que se muestran ante sus pretendientes), los cuernos como armas para luchar contra otros machos por la posesión de la hembra (los llamados "combates nupciales", constatados en varias especies), los cuernos como herramientas de trabajo (por ejemplo para construir madrigueras o el nido; se sabe de especies en las que el macho colabora activamente en los trabajos de nidificación, juntamente con la hembra), o simplemente, como se ha llegado a veces a proponer, los cuernos como absurdos adornos inútiles carentes de toda funcionalidad. El debate aún sigue abierto; es posible que no exista una única respuesta válida para todas las especies y sea necesario estar caso por caso.
Como sea, en el mundo de los escarabajos cornudos encontramos todas las posibilidades, aunque no en la misma proporción:
1/ Machos con cuernos grandes y hembras sin cuernos o con cuernos pequeños
Según se ha dicho, es lo que ocurre en la gran mayoría de los casos.
2/Ambos sexos dotados de cuernos grandes del mismo diseño
Un ejemplo en el que tanto el macho como la hembra pesentan cuernos del mismo tamaño y de la misma forma lo vemos en la especie americana Phanaeus lancifer, en la que precisamente por esa característica cuesta distinguir el macho de la hembra, aparentemente casi iguales.
3/Ambos sexos presentan cuernos igual de desarrollados pero de diferente diseño
Estos casos son todavía más raros que los anteriores. Los sexos pertenecen a la misma especie, pero en un primer vistazo nadie lo diría.
4/Hembra con cuernos muy desarrollados y macho sin cuernos o sólo simples rudimentos
Estos son los más extraños casos de todos, y sólo se da en muy pocas especies. Un ejemplo lo constituye el escarabajo africano Onitis castelnaui; en el caso de este ejemplo dado, se cree que en su orígen ambos sexos eran igualmente cornudos para llevar a cabo la tarea de la nidificación, pero después el macho, por lo que sea, tal vez por un cambio de hábito, abandonó este trabajo que hasta entonces realizaba en colaboración con la hembra, y ésta consecuentemente desarrolló más el suyo adaptándolo al transporte del material que iba retirando para la construcción de la madriguera.
Ejemplar macho de Megasoma elephas, el escarabajo elefante, uno de los mayores coleópteros del mundo, fotografiado en el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona; en esta especie, el macho lleva un largo cuerno cefálico con el extremo bifurcado (en forma de Y), y dos torácicos laterales de longitud mucho menor, dispuestos horizontalmente y hacia delante.
Distribuido por América.
En la foto, colección de escarabajos cornudos expuesta en el Museu Blau o Museo de Ciencias Naturales de Barcelona.
El concepto de "escarabajo cornudo" engloba una serie numerosa y no muy bien definida de insectos coleópteros pertenecientes a diferentes familias y subfamilias cuyos efectivos se caracterizan, en general, por la posesión, sobretodo en los machos, de apéndices y estructuras, a veces de diferente naturaleza, definidas como cuernos, que si bien también pueden presentarse en otros tipos de escarabajos, no se hace con su nivel ni extensión.En las dos fotos de arriba, hembra de Lucanus cervus, fotografiada en el Parque Natural de Collserola (Barcelona), cuyos "cuernos" son en realidad mandíbulas, mucho menos desarrolladas que las impresionantes del macho, pero también más fuertes y robustas que las de aquél.Macho de ciervo volante disecado perteneciente a una especie asiática.
Los cuernos pueden mostrar formas y tamaños muy variables, y esa variabilidad se plasma también en su orígen, así observamos que unos nacen sobre la cabeza del escarabajo (son los cuernos cefálicos, que pueden emerger de tres puntos diferentes: vértice de la cabeza, frontal y clípeo) y otros sobre el tórax (centro del mismo, o en sus laterales). Pueden ser cuernos simples, sin ninguna particularidad, como ocurre con el cefálico de los machos de Oryctes nasicornis, o adornados, finamente dentados, otros bifurcados en su ápice, o ramificados; puede haber un solo cuerno, o más, incluso cinco como ocurre en el impresionante Eupatorus hardwickei de las siguientes fotos:Ejemplar macho procedente de Myanmar.
Los cuernos que presentan los escarabajos cornudos, de los cuales los escarabajos rinocerontes, protagonistas de este Blog, son sólo un subconjunto de ellos, pueden ser igualmente cortos o exageradamente largos como el dorsal de Dynastes hercules. Toda esta asombrosa diversidad no se encuentra en otros tipos de estructuras, aún similares, como las mandíbulas corniformes, aún sin dejar éstas de mostrar cierta variabilidad también.
De los escarabajos cornudos llama la atención el extravagante desarrollo que alcanzan los apéndices en los machos de algunas especies. Observándolos bien, se puede constatar que existe una relación entre el tamaño del escarabajo y el tamaño del cuerno, en el sentido de que cuanto más grande es aquél, más largo es éste. Un ejemplo lo encontramos en el género Onthophagus, en el que las formas más pequeñas son acornes, las de tamaño medio presentan cuernos de estructura simple, y las más grandes exhiben cuernos bien desarrollados que adquieren fantásticas formas.
Otro buen ejemplo que ilustra esta relación tamaño escarabajo/tamaño cuerno lo proporciona la especie asiática Xylotrupes gideon, cuya longitud corporal varía de 30 a 50 mm, y los cuernos torácicos, medidos desde su base hasta la punta del ápice, entre 8 y 40 mm. Esto significa que los cuernos del tórax de un especímen macho que mida 30 mm le medirán 8 mm, mientras que los de otro ejemplar que alcance 50 mm (menos del doble del anterior) le medirán sin embargo, no dos veces más, sino cinco veces más.
Esta relación de tamaños del cuerpo y los cuernos no sólo se da entre ejemplares diferentes de una misma especie, sino también entre especies distintas aunque afines, tal como se observa, por ejemplo, en los representantes del género americano Golofa, que desde el más pequeño, G. inermis, con escaso cuerno, hasta G. porteri, el más grande y con un cuerno larguísimo y muy estilizado, se constata una progresión en el tamaño de los apéndices.
Un escarabajo (macho) del género Golofa disecado.
En general se puede afirmar que cuernos grandes son encontrados en escarabajos grandes, cuernos medios en escarabajos medios, y cuernos pequeños en escarabajos pequeños.
Además también, en los mayores escarabajos, precisamente por poder llevar esos cuernos tan desarrollados, presentan extremidades anteriores más largas.
La excepción a esta regla del tamaño corporal/tamaño del cuerno podrían mostrarla los populares "escarabajos Goliat" del género Goliathus, distribuidos por las selvas ecuatoriales de África, y cuyas mayores especies, G. goliathus y G. regius presentan un cuerno frontal más corto que las especies de menor tamaño. Sin embargo la excepción es sólo parcial, porque si bien este cuerno es más corto, también es más fuerte y robusto.
Dos gigantes entre los escarabajos: Goliathus regius (izquierda) y Goliathus goliathus, expuestos en el Museu Blau (Barcelona)
LOS CUERNOS EN LOS MACHOS Y EN LAS HEMBRAS
En general, es sabido que en los escarabajos cornudos, solamente los machos son los portadores de los grandes e impresionantes cuernos. Las hembras, o no llevan, o sus cuernos son mucho más pequeños, a veces reducidos a diminutos apéndices. Algunos autores creyeron en el pasado que si los cuernos eran armas defensivas frente a los depredadores, aunque sólo fuera para impresionarlos, las hembras quedaron entonces desprotegidas al carecer de ellos, como si sólo valiera la pena proteger a los machos, al menos de esa manera. Pero se han buscado otras posibles funcionalidades para justificar la presencia de los cuernos, partiendo del hecho innegable que en la gran mayoría de las especies únicamente son los machos los que los muestran desmesuradamente desarrollados, así: los cuernos como atributo sexual para seducir a la hembra (cuanto más grandes, mayor capacidad de seducción, sin embargo parece que las hembras no aprecian mucho ese atributo dada la mala visión de que disponen y lo indiferentes que se muestran ante sus pretendientes), los cuernos como armas para luchar contra otros machos por la posesión de la hembra (los llamados "combates nupciales", constatados en varias especies), los cuernos como herramientas de trabajo (por ejemplo para construir madrigueras o el nido; se sabe de especies en las que el macho colabora activamente en los trabajos de nidificación, juntamente con la hembra), o simplemente, como se ha llegado a veces a proponer, los cuernos como absurdos adornos inútiles carentes de toda funcionalidad. El debate aún sigue abierto; es posible que no exista una única respuesta válida para todas las especies y sea necesario estar caso por caso.
Como sea, en el mundo de los escarabajos cornudos encontramos todas las posibilidades, aunque no en la misma proporción:
1/ Machos con cuernos grandes y hembras sin cuernos o con cuernos pequeños
Según se ha dicho, es lo que ocurre en la gran mayoría de los casos.
2/Ambos sexos dotados de cuernos grandes del mismo diseño
Un ejemplo en el que tanto el macho como la hembra pesentan cuernos del mismo tamaño y de la misma forma lo vemos en la especie americana Phanaeus lancifer, en la que precisamente por esa característica cuesta distinguir el macho de la hembra, aparentemente casi iguales.
3/Ambos sexos presentan cuernos igual de desarrollados pero de diferente diseño
Estos casos son todavía más raros que los anteriores. Los sexos pertenecen a la misma especie, pero en un primer vistazo nadie lo diría.
4/Hembra con cuernos muy desarrollados y macho sin cuernos o sólo simples rudimentos
Estos son los más extraños casos de todos, y sólo se da en muy pocas especies. Un ejemplo lo constituye el escarabajo africano Onitis castelnaui; en el caso de este ejemplo dado, se cree que en su orígen ambos sexos eran igualmente cornudos para llevar a cabo la tarea de la nidificación, pero después el macho, por lo que sea, tal vez por un cambio de hábito, abandonó este trabajo que hasta entonces realizaba en colaboración con la hembra, y ésta consecuentemente desarrolló más el suyo adaptándolo al transporte del material que iba retirando para la construcción de la madriguera.
Ejemplar macho de Megasoma elephas, el escarabajo elefante, uno de los mayores coleópteros del mundo, fotografiado en el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona; en esta especie, el macho lleva un largo cuerno cefálico con el extremo bifurcado (en forma de Y), y dos torácicos laterales de longitud mucho menor, dispuestos horizontalmente y hacia delante.
Distribuido por América.
EL ESCARABAJO RINOCERONTE IBÉRICO
El género Oryctes comprende varias especies de coleópteros de la familia Scarabaeidae y subfamilia Dynastinae.
Macho de Oryctes nasicornis
El escarabajo rinoceronte ibérico se denomina científicamente Oryctes nasicornis grypus (Illiger, 1803).
Se trata de un coleóptero de cuerpo robusto, de unos 3-4 centímetros de longitud (siempre más de 25 mm, y un máximo de 48 mm en los machos más grandes; se observan formas pequeñas y formas grandes de este escarabajo), de color castaño oscuro uniforme, a veces casi rojizo mientras otros individuos pueden tender más al castaño muy oscuro casi negro. Aunque es uno de los más notables coleópteros de nuestras latitudes, su tamaño y color son mucho más modestos que los parientes de él que podemos encontrar en las regiones tropicales.
Oryctes nasicornis grypus macho fotografiado en el Parque Natural de Collserola, Barcelona
Vista desde arriba del mismo ejemplar
Vista frontal
Los machos presentan sobre la cabeza un cuerno ligeramente replegado hacia atrás, dirigido hacia dos prominencias macizas en forma de giba situadas en el tórax. Lo mismo que otros muchos escarabeidos, muestran un acentuado dimorfismo sexual: las hembras, más pequeñas, carecen del cuerno que caracteriza al macho y sólo presentan un pequeño apéndice.
Distribución
El escarabajo rinoceronte Oryctes nasicornis se halla difundido por Europa y Norte de África. Se conocen varias subespecies del mismo: O. nasicornis nasicornis (Linnaeus, 1746), de Europa Central y Septentrional, en Bélgica, norte de Francia, Holanda, Luxemburgo, Suiza, Alemania; O. nasicornis laevigatus (Heer, 1841), en sur de Francia, Italia, Córcega, Cerdeña; O. nasicornis mariei (Bourgin, 1949), en el litoral de Landes, en el suroeste de Francia; y el escarabajo rinoceronte ibérico O. nasicornis grypus, que es el que aquí interesa.
La subespecie ibérica se distribuye por toda la Península Ibérica, así como en países del Magreb, Sicilia y Calabria. En Marruecos se le encuentra por toda el área litoral, y en el interior (excepto las regiones áridas del Este y Sur del país) hasta una altura máxima de 1.600 metros.
Hábitat
El escarabajo rinoceronte ibérico prospera allí donde sus larvas encuentran recursos óptimos para desarrollarse. Bosques de planifolios, constituidos por todas las especies ibéricas de Quercus (encina, roble, alcornoque, ..) y cultivos de árboles frutales excepto citrinos (así por ejemplo, en naranjos no), y tampoco lo encontramos en bosques de coníferas, como pinos . Allí donde hay palmeras cultivadas también puede observarse presencia de Oryctes nasicornis.
Biología del escarabajo rinoceronte ibérico
Las larvas de este escarabajo son polífagas, según se ha visto, pues se alimentan de materias vegetales en descomposición de árboles viejos pertenecientes a un extenso elenco de especies (decía antes, además de encinas, robles, etc, árboles frutales, entre los que destacan como preferidos: albaricoquero, cerezo, ciruelo, higuera, melocotonero, níspero, nogal y olivo) sin que les cause ningún daño pues como digo sólo comen sus partes decrépitas y podridas; en otros países, otras especies de Oryctes (como el asiático O. rhinoceros, el africano O. monoceros, y el arábico O. agamemnon) tienen mala reputación por ocasionar daños a las palmeras datileras y cocoteras, forestales o cultivadas, ya sea en estado adulto solamente o generalmente (los dos primeros) o en fase larvaria principalmente (el tercero de los mencionados). Pero nuestro Oryctes nasicornis grypus es, al revés, muy útil, pues al comer sus larvas materia vegetal en descomposición, logran liberar componentes orgánicos que pueden ser aprovechados por las plantas, por lo que cumplen una importante función medioambiental.
El ciclo evolutivo en la Península Ibérica dura unos 2 a 4 años, y ocasionalmente más en los casos en que las condiciones ambientales y provisión de alimentos son muy adversas haciendo que la larva permanezca en diapausa prolongada. Lo normal, sin embargo, es que la duración sea de 2-3 años. La larva, poco antes de su metamorfosis en escarabajo adulto, es un gusano que puede llegar a medir 110 mm de longitud.
Los imagos, o adultos, van apareciendo a partir de la primavera, de forma escalonada, hasta el mes de septiembre. La época en que son más visibles corresponde a los meses de junio y julio. Son activos al atardecer y por la noche. En todo caso no son animales que se muevan mucho, y cuando lo hacen muestran poca agilidad y hasta cierta torpeza, sobretodo cuando se deciden a volar.
Este escarabajo rinoceronte ibérico se oculta del día enterrándose
En su etapa de adulto no parece que se alimente mucho, siendo su función más importante básicamente la reproductora, enconando el macho duros combates con los otros machos rivales para ejercer su derecho a reproducirse.
En general los escarabajos rinocerontes adultos, de ésta y de otras especies pertenecientes a otros géneros, son lo suficientemente poderosos como para no conocer otros invertebrados que los depreden (no así las larvas, parasitadas en el caso de Oryctes nasicornis por una especie de avispa solitaria de gran tamaño y belleza llamada Scolia flaviceps, que las paraliza con su aguijón a través del cual inocula un veneno de acción neurotóxica, o depredadas por varias especies de aves, como el picapinos y la abubilla), si bien pueden algunos llegar a ser presa de mamíferos, aves y reptiles. En el caso de nuestro Oryctes nasicornis grypus se sabe que adultos han sido cazados y devorados por rapaces nocturnas, urracas, alcaudones y otras aves diversas, también por el lagarto ocelado y por algún mamífero oportunista como el zorro.
EL ANIMAL MÁS FUERTE DEL MUNDO
Se han hecho estudios que demuestran empíricamente que el escarabajo rinoceronte es el animal más fuerte de cuantos existen en el mundo. Por supuesto se trata de una fuerza relativa, o sea en proporción a su tamaño. El escarabajo rinoceronte podría levantar hasta 850 veces su propio peso, algo que ningún animal puede hacer. Un elefante puede mover grandes pesos, pero es que él mismo es también muy grande, y teniendo en cuenta su tamaño enorme tampoco es capaz de mover tanto; un elefante es proporcionalmente mucho menos fuerte que el escarabajo rinoceronte.
En su día a día, sin embargo, el escarabajo rinoceronte no necesita levantar pesos tan descomunales, si bien es cierto que tiene que dar muestras de una gran fuerza física, incluso cuando todavía es una larva, en este caso para abrirse especio entre la madera podrida de los árboles donde vive y de la que se alimenta.
Parece que el secreto de su fuerza radica en su metabolismo, extremadamente eficiente.
Macho de Oryctes nasicornis
El escarabajo rinoceronte ibérico se denomina científicamente Oryctes nasicornis grypus (Illiger, 1803).
Se trata de un coleóptero de cuerpo robusto, de unos 3-4 centímetros de longitud (siempre más de 25 mm, y un máximo de 48 mm en los machos más grandes; se observan formas pequeñas y formas grandes de este escarabajo), de color castaño oscuro uniforme, a veces casi rojizo mientras otros individuos pueden tender más al castaño muy oscuro casi negro. Aunque es uno de los más notables coleópteros de nuestras latitudes, su tamaño y color son mucho más modestos que los parientes de él que podemos encontrar en las regiones tropicales.
Oryctes nasicornis grypus macho fotografiado en el Parque Natural de Collserola, Barcelona
Vista desde arriba del mismo ejemplar
Vista frontal
Los machos presentan sobre la cabeza un cuerno ligeramente replegado hacia atrás, dirigido hacia dos prominencias macizas en forma de giba situadas en el tórax. Lo mismo que otros muchos escarabeidos, muestran un acentuado dimorfismo sexual: las hembras, más pequeñas, carecen del cuerno que caracteriza al macho y sólo presentan un pequeño apéndice.
Distribución
El escarabajo rinoceronte Oryctes nasicornis se halla difundido por Europa y Norte de África. Se conocen varias subespecies del mismo: O. nasicornis nasicornis (Linnaeus, 1746), de Europa Central y Septentrional, en Bélgica, norte de Francia, Holanda, Luxemburgo, Suiza, Alemania; O. nasicornis laevigatus (Heer, 1841), en sur de Francia, Italia, Córcega, Cerdeña; O. nasicornis mariei (Bourgin, 1949), en el litoral de Landes, en el suroeste de Francia; y el escarabajo rinoceronte ibérico O. nasicornis grypus, que es el que aquí interesa.
La subespecie ibérica se distribuye por toda la Península Ibérica, así como en países del Magreb, Sicilia y Calabria. En Marruecos se le encuentra por toda el área litoral, y en el interior (excepto las regiones áridas del Este y Sur del país) hasta una altura máxima de 1.600 metros.
Hábitat
El escarabajo rinoceronte ibérico prospera allí donde sus larvas encuentran recursos óptimos para desarrollarse. Bosques de planifolios, constituidos por todas las especies ibéricas de Quercus (encina, roble, alcornoque, ..) y cultivos de árboles frutales excepto citrinos (así por ejemplo, en naranjos no), y tampoco lo encontramos en bosques de coníferas, como pinos . Allí donde hay palmeras cultivadas también puede observarse presencia de Oryctes nasicornis.
Biología del escarabajo rinoceronte ibérico
Las larvas de este escarabajo son polífagas, según se ha visto, pues se alimentan de materias vegetales en descomposición de árboles viejos pertenecientes a un extenso elenco de especies (decía antes, además de encinas, robles, etc, árboles frutales, entre los que destacan como preferidos: albaricoquero, cerezo, ciruelo, higuera, melocotonero, níspero, nogal y olivo) sin que les cause ningún daño pues como digo sólo comen sus partes decrépitas y podridas; en otros países, otras especies de Oryctes (como el asiático O. rhinoceros, el africano O. monoceros, y el arábico O. agamemnon) tienen mala reputación por ocasionar daños a las palmeras datileras y cocoteras, forestales o cultivadas, ya sea en estado adulto solamente o generalmente (los dos primeros) o en fase larvaria principalmente (el tercero de los mencionados). Pero nuestro Oryctes nasicornis grypus es, al revés, muy útil, pues al comer sus larvas materia vegetal en descomposición, logran liberar componentes orgánicos que pueden ser aprovechados por las plantas, por lo que cumplen una importante función medioambiental.
El ciclo evolutivo en la Península Ibérica dura unos 2 a 4 años, y ocasionalmente más en los casos en que las condiciones ambientales y provisión de alimentos son muy adversas haciendo que la larva permanezca en diapausa prolongada. Lo normal, sin embargo, es que la duración sea de 2-3 años. La larva, poco antes de su metamorfosis en escarabajo adulto, es un gusano que puede llegar a medir 110 mm de longitud.
Los imagos, o adultos, van apareciendo a partir de la primavera, de forma escalonada, hasta el mes de septiembre. La época en que son más visibles corresponde a los meses de junio y julio. Son activos al atardecer y por la noche. En todo caso no son animales que se muevan mucho, y cuando lo hacen muestran poca agilidad y hasta cierta torpeza, sobretodo cuando se deciden a volar.
Este escarabajo rinoceronte ibérico se oculta del día enterrándose
En su etapa de adulto no parece que se alimente mucho, siendo su función más importante básicamente la reproductora, enconando el macho duros combates con los otros machos rivales para ejercer su derecho a reproducirse.
En general los escarabajos rinocerontes adultos, de ésta y de otras especies pertenecientes a otros géneros, son lo suficientemente poderosos como para no conocer otros invertebrados que los depreden (no así las larvas, parasitadas en el caso de Oryctes nasicornis por una especie de avispa solitaria de gran tamaño y belleza llamada Scolia flaviceps, que las paraliza con su aguijón a través del cual inocula un veneno de acción neurotóxica, o depredadas por varias especies de aves, como el picapinos y la abubilla), si bien pueden algunos llegar a ser presa de mamíferos, aves y reptiles. En el caso de nuestro Oryctes nasicornis grypus se sabe que adultos han sido cazados y devorados por rapaces nocturnas, urracas, alcaudones y otras aves diversas, también por el lagarto ocelado y por algún mamífero oportunista como el zorro.
EL ANIMAL MÁS FUERTE DEL MUNDO
Se han hecho estudios que demuestran empíricamente que el escarabajo rinoceronte es el animal más fuerte de cuantos existen en el mundo. Por supuesto se trata de una fuerza relativa, o sea en proporción a su tamaño. El escarabajo rinoceronte podría levantar hasta 850 veces su propio peso, algo que ningún animal puede hacer. Un elefante puede mover grandes pesos, pero es que él mismo es también muy grande, y teniendo en cuenta su tamaño enorme tampoco es capaz de mover tanto; un elefante es proporcionalmente mucho menos fuerte que el escarabajo rinoceronte.
En su día a día, sin embargo, el escarabajo rinoceronte no necesita levantar pesos tan descomunales, si bien es cierto que tiene que dar muestras de una gran fuerza física, incluso cuando todavía es una larva, en este caso para abrirse especio entre la madera podrida de los árboles donde vive y de la que se alimenta.
Parece que el secreto de su fuerza radica en su metabolismo, extremadamente eficiente.
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